Por años idealicé el amor y una relación de pareja. Es más, construí castillos en las nubes. En cada persona que se me acercaba con propósitos de conocerme como hombre, veía la realización de mi sueño, algo así como la canción de Yuri que dice "para enamorarme basta una hora".
Ni hablar, así fue y tengo que reconocerlo. Mi sueño superaba cualquier historia de Disney: nos conocíamos, viajábamos, disfrutábamos, éramos novios y nos casábamos, siendo felices para siempre.
El asunto NO fue así. De hecho, ni al caso, ni parecido. Lo intenté y fue un infierno de 5 años, 5 grandes años que me dejaron una gran lección: debía aprender a amarme y sanar muchas heridas para, desde allí, siendo una mejor versión de quien fui, poder compartir, aportar y abrazar la vida, haya o no alguien en el plano sentimental. La vida me hizo entender, con esmero, que no necesito de nadie para ser feliz, que todo debe emanar hacia mí primero, que debo amarme, respetarme y saber que merezco lo mejor y que el amor no se busca ni se encuentra, que el amor debe llegar, que Dios creó alguien para cada persona pero a veces tardamos unos cuantos errores en entenderlo y a veces no queremos verlo.
He de confesar, que luego de una terapia que sacó cosas muy fuertes de mi persona, tuve que aprender a aceptarme, valorarme y quererme, ya que inconscientemente yo sentía que no merecía nada en la vida y entonces cuando tienes esos sentimientos no logras terminar ningún proyecto o que las situaciones perduren: háblese de trabajo, amigos, pareja, situación económica y similares. Me percaté que muchos años me aferré al trabajo, como muchos otros, para evitar algo que yo sentía me hacía daño, que no merecía.
Una vez que fui consciente de eso, mi otro paso fue empezar a trabajar en mí y hay quienes dicen que me convertí en una persona difícil de "atrapar", -- me siento como carnada, cuando me dicen eso-- yo diría que no es que sea difícil, es que me valoro demasiado y no voy a caer en los primeros brazos que me lleguen y dejarme llevar por lo físico, una posición social o económica que tenga la persona o la profesión que ejerza, menos, simplemente por darle gusto a la carne.
Y entonces puedo decir que vivo felizmente el amor en el tiempo de solteros. Porque, ni se hagan, muchos son los que estamos incluidos en esa lista. Conste que yo tengo claro que cuando llegue esa persona --porque sé que va a llegar y a ti también, si estás en la mismas mías de una soltería plena-- deberé tener todas las señales para saber que es esa persona, porque a mis pasadas cuatro décadas de vida no estoy para andar invirtiendo mi tiempo en cosas que no tengan futuro. Si lo invierto creyendo que tendrá futuro y no resulta, ahora sé que no dependo de eso y tomaré la lección que la vida me trae.
Son muchas las personas, que como un servidor, están muy cómodos con su vida de solteros. Selene Becerril, de
Seis Grados, agencia líder en la realización de Encuentros Inteligentes entre solteros, me comentaba hace unos días que "la independencia económica, el ser autosuficiente, el poder total de decisión y la formación de un patrimonio personal son algunas de las características que enmarcan estos nuevos hogares unipersonales. Los solteros mexicanos están optando por darle prioridad a su carrera profesional, por lo que la decisión de formar una familia se posterga".
Quizás, por un lado, algunos solteros como yo, nos volvemos seres humanos un poco más exigentes y que no dependemos de tener alguien a la par para ser felices o realizarnos como personas, mientras que otros le temen al compromiso o a entender que una pareja es una cuestión de dos, no de hacer uno los deseos del otro y como no están dispuestos a ceder, a entender
los lenguajes del amor, entonces prefieren seguir solteros. Puede que algunos solteros deseen una relación de pareja, puede que otros no. Algunos buscan, otros no. Yo siento que el amor no se busca, el amor llega, pero es respetable hacer lo posible, porque también como me dijo mi amigo el padre Sejo, "estando metido en tu casa no te van a ver, no vas a conocer gente que pueda ser o que sean la carretera hacia conocer a quien debes".
Estudiando este contexto, resulta interesante conocer que actualmente los solteros tienen hábitos muy específicos, que Seis Grados identifica en un perfil común con las siguientes características:
- Son hombres y mujeres entre 28 y 60 años que apuestan a un modelo de vida donde prevalecen los valores individualistas. Según los estudiosos de este fenómeno, se trata de profesionales exitosos, preocupados por el bienestar, la salud y la belleza.
- Se les conoce como los neosolteros; más preocupados por viajar, consumir tecnología y salir a cenar con los amigos, que por planificar una familia. Se mueven como peces en el agua en restaurantes de moda, tiendas de diseño y suelen estar al día con los gadgets tecnológicos y los estrenos de cine. Sus camas están vacías varias noches a la semana, aunque ellos deciden esporádicamente con quién compartirlas.
- Se trata de personas que dentro de su entorno de trabajo, familiar y amigos se han rezagado en la consolidación de una pareja.
- Las mujeres solteras expresan su miedo a permanecer solas porque de manera inconsciente relacionan su valía como mujer en el hecho de formar un matrimonio; llegada cierta edad, muchas experimentan ansiedad, sobre todo por el avance del reloj biológico.
- Mientras más tiempo pasan solos, se vuelven más exigentes para incluir otra persona en su vida. Han idealizado a su pareja y tienen claro cuáles son las características, actitudes y condiciones con las que debería cumplir una nueva pareja.
- Los amigos y familia son la principal fuente de contacto para conocer personas nuevas.
- Se inscriben a gimnasios, clases de cocina, yoga, baile, arte o música, cualquier lugar en donde puedan conocer personas con intereses afines a los suyos.
- Deciden ampliar sus conocimientos profesionales estudiando una maestría, especialización o diplomado.
- Deciden hacer un cambio drástico en sus vidas, ya sea estudiando o aceptando trabajo en otra ciudad o inclusive en otro país.
Y bueno cuando leí el estudio, sentí que me describían perfectamente. Supongo que si estás en los brazos de la soltería también te identificaste.
Además, que este estudio de Seis Grados, señala que en países como Estados Unidos, donde más del 50% de los adultos no están casados, y Emiratos Árabes Unidos, donde el 60% de las mujeres mayores de 30 años no han contraído matrimonio, los hogares unipersonales van en aumento.
Y México no se queda atrás. Actualmente habitan en la nación azteca 20 millones de solteros (INEGI), cifra que aumentó del 2000 al 2010 en un 97% entre las edades de 20 a 47 años. Asimismo, el censo de 2010 reveló que 9% del total de los hogares son unipersonales.
Otra secreto a voces del estudio de Seis Grados es que tal vez el amor se esconde de estos nuevos solteros, ¡pero vaya que hay sexo!
Anjo Nava, experto en relaciones de pareja, asevera que el sexo es vital en la vida de todo soltero, como comer o dormir, y el no tener una pareja seria no significa que carezca de él. Ser soltero no es sinónimo de ser célibe. Es por eso que relaciones casuales, sin compromiso y de corta vigencia están imponiendo moda entre este particular segmento poblacional. Sin embargo, este tipo de conductas los alejan de encontrar una verdadera pareja, sumiéndolos en hábitos poco recomendables.
Yo honestamente me guardo, porque en múltiples tendencias o filosofías he aprendido que al intimidar con alguien, esa persona te pasa su energía y la verdad no estoy para estarme ensuciando energéticamente con nadie, pero eso ya es muy personal. He de confesar que cuando ví que Eduardo Verástegui dijo que el es célibe hasta que llegue la mujer de su vida dije: "ay, ajá", así que asumo que ustedes dirán lo mismo de mí ahora. pero la verdad, me funciona y siento que más bendiciones se me abren. No obstante eso es una elección demasiado personal y no te invito a que la hagas si vas sufrir.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Vida Social, en México, 3 de cada 10 solteros tienen sexo una vez a la semana, aún sin tener pareja. En contraste, un estudio de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, afirma que las personas que mantienen relaciones sexuales de manera casual, son menos propensas a establecer relaciones sentimentales estables y duraderas. Además, la investigación concluye que las personas que tardan en tener sexo, duran más, señalando que la espera debe ser superior a los seis meses para llegar a tener intimidad.
Pues para que veas que de todos y para todos hay. Así que tú eliges si sigues siendo felizmente soltero o bien hasta cuándo. La idea es saber que al tener una pareja debes ser feliz tú mismo y compartir esa felicidad con alguien más, que se trata de dos personas que se realizan en vidas independientes pero que fluyen en momentos de su día en común, para sumar, no restar ni desgastar.
Y ante todo recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!
¡Gracias por existir, compartir y estar!
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